Tres joyas de George Harrison con los Beatles

Tres desconocidas joyitas de George Harrison con los Beatles. Tres temas relegados a rellenar álbumes y singles, pero que son una gran muestra del talento del miembro "tímido" de los fabulosos cuatro.


1.The Inner Light
Lado B del single "Lady Madonna", 1968.



De todas las canciones con influencias indias compuestas por George, The Inner Light es su mayor logro. No suena como una práctica de sitar ("Love You To") ni tampoco como una pretensiosa y excesiva lata ("Within Without You"). En sus dos minutos y medio, la canción usa sólo instrumentos de la música clásica india, pero sin escaparse de la estructura tradicional del pop-rock de occidente. Resultado: imperdible.


2. Old Brown Shoe
Lado B del single "The Ballad of John and Yoko", 1969.



Un fabuloso bajo de Sir Paul trasforma una buena canción como Old Brown Shoe en una gran canción. Pero todo es mérito de George, después de todo, él la escribió. Alejándose de su trabajo más instrospectivo reflejado en su sonido durante el álbum blanco o en su periodo "indio", George hace de Old Brown Shoe un tema bastante rockero, tal vez su más rockero con los Beatles. Tal vez por esto es entendible que sea una canción bastante desconocida al lado del mayor repertorio de la dupla Lennon/McCartney, pero aún así, es un tema que hay que recomendar. Muy bueno.


3. It`s All Too Much
Álbum: Yellow Submarine, 1969.



La joyita menos conocida de George. It's All Too Much es una canción escrita durante las sesiones del Sgt. Peppers, pero que lamentablemente fue lanzada un par de años después en el intrascendente Yellow Submarine. La distorsión y feedback, sumado a la larga duración (por sobre los seis minutos), hacen de esta canción una pieza inédita en el repertorio de los Beatles. ¿La mejor canción de Harrison? Puede ser, sólo "Here Comes the Sun" le hace la pelea.

Tres discos que mucho abarcan y mucho aprietan

Tres álbumes en donde la disparatada variedad de géneros logra un sólido trabajo.

1.The Clash - Sandinista!
1980

Sandinista!

Si hubiese que describir Sandinista! con dos palabras, serían las siguientes: un desparramo. A esta altura es una locura seguir tildando a Strummer y compañia como una banda punk. Este álbum triple abarca, entre otros géneros, hip hop, disco, gospel, calipso, reggae y motown. Con 36 canciones y dos horas y media de duración, Sandinista! resulta dificil de acceder, peor aún si se es familiar con el sonido clásico del debut homónimo y el excelente London Calling. Pero si se logra comprender, este "desparramo" logra convertirse en un ábum que uno nunca termina de conocer. Esencial.

Temas recomendados: "Ivan Meets G.I. Joe", "Washington Bullets", "Lose This Skin".


2. Cornershop - When I Was Born for the 7th Time
1997

When I Was Born for the 7th Time

El tercer disco de este grupo inglés y el más exitoso. When I Was Born for the 7th Time es una mezcla de britpop, música electrónica, hip hip y música india, que a pesar de la interesante combinación de influencias, igual se va a la segura ya que los temas más fuertes son los menos arriesgados, los más amigables para la radio. Esto no quiere decir que es malo. De hecho es muy recomendable, puesto que ofrece gran pop, con la dosis suficiente de extravagancia para volver a escuchar y escuchar. Muy buena apuesta.

Temas recomendados: "Brimful of Asha", "Good To Be On The Road Back Home".


3. Mauricio Redolés - ¿Quién mató a Gaete?
1996

¿Quién Mató a Gaete?

¿Quíén mató a Gaete? es fácilmente uno de los mejores discos chilenos de los noventa. El ingenio y creatividad de Mauricio Redolés, junto a su humor y observante ojo, le permiten crear un tremendo disco que se inspira en todo para reírse y comentar de todo. Desde sound hasta rap, pasando por la cueca y canciones habladas, Redolés derrocha creatividad para retratar a ese Chile todavía en transición, en apenas 40 minutos. Imperativo escucharlo.


Temas recomendados: "La pequeña Lulú", "Chica poco comunicativa", "¿Quién mató a Gaete?".

Tres canciones en 5/4

Tres canciones escritas entera o parcialmente con un compás de 5/4, para salir de la monotonía del tradicional ritmo en cuatro cuartos. De menos a más.

1. Los Amigos de María - La carta
Álbum: Rock, 1973.



Son sin duda uno de los grupos más olvidados del rock chileno. Los Amigos de María sacaron en 1973 su único disco, Rock, con la magistral "Vuelve antes de comenzar", lamentablemente el único tema original del álbum, ya que los demás canciones serían puros covers. Justamente La carta es uno de ellos: una gran versión del clásico tema de los Box Tops, "The Letter", y con un sello muy propio. Aquí Los Amigos de María alargan al doble la canción y la trasforman de un tema pop a un rock más duro, característico de lo poco, pero valioso, que llegaron a cultivar . Muy recomendado.

2. Pavement - 5 - 4 = Unity
Álbum: Crooked Rain, Crooked Rain, 1994.



Pavement es uno de los íconos del rock alternativo noventero. Su segundo trabajo, Crooked Rain, Crooked Rain, se alejaría un poco de ese sonido "indie" del debut para incorporar un sonido más inspirado en el rock setentero, mal llamado "rock clásico". 5 - 4 = Unity es bastante creativa en el título, ya que revela su particularidad: estar escrita con un compás de 5/4 (varias veces llega a marcar seis tiempos). Un muy interesante tema, que con poco rock y harto jazz, contribuye a establecer Crooked Rain, Crooked Rain, como uno de los importantes álbumes del rock alternativo de los noventa.

3. The Dave Brubeck Quartet - Take Five
Álbum: Time Out, 1959.



Time Out se caracteriza por tener casi todos sus temas escritos con compases inusuales que incluso varían en una misma canción. Take Five, como lo sugiere su nombre, es la versión en 5/4, y es la composición más popular del álbum (fue el único single y llegó al top ten de las listas en Estados Unidos). La no muy constante batería marcando los cinco tiempos y el muy reconocido saxofón constituyen lo mejor de este clásico tema. Ideal para relajarse. Imperdible.

Tres canciones para filosofar

Tres canciones para acostarse sobre una cama, mirar hacia el infinito y dejarse llevar por la atmósfera.

 

1. Aphex Twin - Rhubarb
Álbum: Selected Ambient Works Volume II, 1994.

Selected Ambient Works Volume II

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El segundo disco de Aphex Twin es complicado. Más de dos horas de música ambiente donde ya ni siquiera existe el ritmo, a diferencia del primer trabajo. El álbum está compuesto de temas que sirven de perfecto acompañamiento a tormentosas emociones, como también otras canciones inspiradas en el ambientalismo de Brian Eno.  

Rhubarb, sin embargo, son siete minutos de inspiración divina.Una tremenda composición de espacio y emoción. Melancólica en su sentimiento, pero eventualmente logra levantar el espíritu. Muy recomendable.
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2. Miles Davis - Blue in Green
Álbum: Kind of Blue, 1959.

Kind of Blue

Es por algo que Kind of Blue es el disco de jazz más popular y más vendido de la historia. Una verdadera joya y album imprescindible en cualquier colección. Miles Davis logra crear un monumental álbum donde reina la sutileza.

Blue in Green logra ser una de las canciones más sexuales, más tristes, más frustrantes, y más liberadoras que se hayan escrito. Sólo imagínese a las trompetas como si fuesen personas, de este modo su tridimensionalidad hará sentido. Cinco minutos y medio imperdibles.
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3. My Bloody Valentine - I Only Said
Álbum: Loveless, 1991. 

Loveless

Alguien alguna vez habló de Loveless como un album para escuchar mirando las estrellas. Puede sonar cursi, pero si duda es una gran experiencia. Reconocido como un clásico del shoegazing y la música alternativa, Loveless es una excelente referente de cómo usar la voz, donde las letras se mezclan con las guitarras para ser utilizadas como un instrumento, como otro color para pintar esa atmósfera de ruido y melodía que con toda maestría el álbum logra.Excelente tema.

Tres canciones con un excelente bajo

Sí, tres temas donde el bajo no sólo da ritmo, sino también mucha personalidad.

1. The Beatles - Rain. 
 Lado B del single Paperback Writer, 1966.



El mejor trabajo de Sir Paul con los Beatles, lejos (también la canción favorita de Ringo como baterista). Rain salió al mercado como el lado B de Paperback Writer por allá en 1966, y sería un adelanto del eléctrico y punzante sonido que nos revelaría unos meses más tarde Revolver.

Sir James Paul haciendo lo suyo.

Que Rain haya sido el lado B, permitió que el tema se fuera por una ruta más experimental. La particular letra de John (quejándose de los que se quejan del clima), el creativo trabajo de Ringo y la excepcional melodía de Paul con su Rickenbacker, permitió que el grupo se elevara por sobre todo lo que habían creado antes: Rain fue el primer paso hacia un nueva fase experimental que culminaría más adelante con la psicodelia de Sgt. Peppers y Magical Mystery Tour.

Parte favoríta: inicio de la tercera estrofa, al 1:15. Sir Paul se hace el melódico, como si la canción fuese suya (cuando es de John). Y le resulta, porque es el momento definitivo en que se la apropia.
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2. Gang of Four - Not Great Men.
Álbum: Entertainment!, 1979.



Como punk bailable se puede describir el sonido de Gang of Four, el cuarteto de Leeds que sería uno de los mayores referentes del post-punk a fines de los setenta. Not Great Men es un claro ejemplo del ese definitiva mezcla de funk, rock, punk y comentario social que esta banda plasmó en su reconocido disco debut, Entertainment!

Es el trabajo del bajista Dave Allen, junto con la colaboración de la comprimida y constante percusión de Hugo Burnham en batería, el que acentúa el hipnótico ritmo de esta tremenda canción. No es la mejor canción porque el álbum tiene otras canciones igual de buenas, pero Not Great Men intriga, invita a descubrir el gran trabajo que es Entertainment! Imperdible.

 Gang of Four ingleses (no confundir con la versión china).

Si le gusta Franz Ferdinand, ahora sabe quién fue para ellos la gran influencia.

Parte favorita: toda la canción. el bajo se mantiene constante, y a gran efecto, causando un irresistible ritmo.
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3. The Smiths - Barbarism Begins at Home. 
Álbum: Meat is Murder, 1985.



Si bien uno puede estar o no de acuerdo con los mensajes políticos pro-vegetarianismo y anti-castigo que Morrissey impregna a Meat is Murder, el segundo trabajo de los Smiths, lo innegable es que Barbarism Begins at Home es una canción que la lleva.

Si no me cree, escúchela y póngale atención al bajo: la canción adquiere ese sonido funk en donde el ritmo pasa a primer plano gracias fantástico trabajo de Andy Rourke como bajista. ¿Me creería si le dijera que Morrissey canta sobre lo terrible de castigar a niños con maltrato físico?

Morrissey, porque nunca está demás una fotografía de Morrissey.

Bueno, así es, y lo que hace Rourke es olvidarnos de este importantísimo mensaje que Morrissey nos quiere trasmitir. Quizás no fue su intención, pero qué importa, sólo por el bajo, Barbarism Begins at Home es la mejor canción del álbum.

Parte favorita: desde 5:27 hasta el final. Cuando Morrissey deja de cantar y podemos apreciar cómo se complementan guitarra, batería y bajo. Toda una delicia.

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Tres canciones para salir a manejar

Tres canciones hechas para sentirse genial detrás del volante, o en caso de que no sepa manejar, como acompañante.

1. Big Star - In the Street. 
Álbum: #1 Record, 1972.

Antes de que sufriera un colapso nervioso (quién sabe si producto de una mujer, las drogas, el fracaso comercial o las tres cosas), Alex Chilton escribió canciones referentes a los lindos momentos de la vida. In the Street es una de aquellas, en donde Chilton nos recuerda lo genial de juntarse con los amigos y hacer nada más que disfrutar la vida arriba de un auto manejando sin destino.

Big Star se convertiría en leyenda y Chilton en figura de culto, pero tal vez de la manera más amarga posible: un estrepitoso fracaso comercial.
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2. The Modern Lovers - Roadrunner. 
Álbum: The Modern Lovers, 1976.
(Las canciones del disco fueron producidas en 1972, pero lanzadas recién el 76 cuando la banda ya se había terminado).

Una canción claramente inspirada y en homenaje a The Velvet Underground, pero aquí Jonathan Ritchman no canta sobre drogas o prostitutas, sino sobre su amor por manejar en las nocturnas y vacías calles de Boston, Massachusetts. A pesar de lo alegre e ingenua, esta canción sería muy influyente para la escena punk que surgiría ya en la segunda mitad de los setenta.

Por favor, si alguien conoce una canción sobre el placer de manejar por las calles de Santiago, avíseme.
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3. Queen - Don’t Stop Me Now. 
Álbum: Jazz, 1978.

¿Qué puedo decir de esta grandiosa canción? ¿Qué nuevo se puede decir de la fabulosa voz de Freddy Mercury? ¿Qué puedo comentar sobre las inspiradoras letras que me alientar a tener un gran día? ¿Existe Mister Fahrenheit en la vida real? ¿Qué tiene Lady Godiva con autos de carrera?

Algunas de las preguntas que me hago cada vez que escucho este tema, pero que en realidad ni vale la pena responderlas. Sólo una precaución: el exceso de energía de Don't Stop Me Now puede que lo haga conducir a exceso de velocidad. Está advertido.

Tres discos para empezar la mañana

Tres álbumes para empezar el día con buenas vibras.

Richard D. James Album

1. Aphex Twin - Richard D. James Album. El cuarto disco que Richard D. James saca bajo el seudónimo de Aphex Twin. Ya totalmente alejado de la música ambiente, ahora de mete de lleno a lo que se conoce como Drum and Bass, un género de música electrónica surgido en los noventa. Recomiendo este álbum porque transmite la sensación de iniciar un gran viaje que sólo puede empezar en una mañana muy temprano, como por ejemplo viajar de Puerto Montt a Santiago en auto. Mejores temas: "4", "Fingerbib" y "Carn Marth".

Del volar de las palomas

2. Blops - Del volar de las palomas. Segundo disco de uno de los grupos más importantes de la música chilena. Este segundo trabajo de los Blops es una evolución del debut homónimo: ahora todas las canciones tienen letras y se escucha un sonido más maduro, pero que sigue arraigado en las influencias folclóricas del primer álbum. Un trabajo que suena alegre pero no menos serio. Mejores temas: "Qué lindas son las mañanas", "Esencialmente así no más" y "La rodandera".

Graceland

3. Paul Simon - Graceland. Un clásico de los ochenta, y bien merecido. Aquí Paul Simon (la otra mitad de Garfunkel) se inspira en música tradicional sudafricana para fusionar estas influencias con el rock de occidente. Resultado: un disco que genera unas irresistibles ganas de bailar y de ver El Rey León. Ideal para sentirse bien en una mañana con sol, tipo 11 del día. Mejores temas: "I Know What I Know", "You Can Call Me Al" y "Under African Skies".